Mientras estaba secuestrado por la organización terrorista de los Diez Anillos, Anthony Stark fue obligado a construir uno de sus misiles Jericó para ellos. Sin embargo, mientras trabajaba en el misil, Stark estaba construyendo en secreto una armadura para escapar con la ayuda de su compañero de cautiverio, Ho Yinsen. Stark se puso el traje y se escapó de la cueva donde estaba secuestrado, pero fue forzado a dejar atrás a Yinsen cuando éste se sacrificó y murió por múltiples heridas de balas.
Una vez que Stark escapó de la cueva, él usó el lanzallamas de la armadura para destruir los arsenales de los Diez Anillos que habían sido suministradas por su propia compañía, Stark Industries. Mientras continuaba destruyéndolas, su armadura sufrió daños por las armas enemigas, haciendo que algunos de los sistemas del traje no funcionaran correctamente. Cuando el traje estaba a punto de fallar, Stark usó los propulsores de cohetes del traje para escapar del campo enemigo justo antes de que las armas detonaran.
Stark logró escapar, pero a costa de la armadura, que se vio obligado a dejar atrás. Una vez que regresó a Estados Unidos, él usó un gráfico del traje para crear una versión más avanzada de lo que más tarde se refirió como el Traje de Iron Man.
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